Los tatuajes siempre han llamado la atención, sea para llevarlos en el cuerpo o para criticar a quienes lo hacen y se los hacen. Aunque, a decir verdad, en la actualidad la imagen terrorífica de los tatuajes, ha disminuido bastante y es muy común encontrar a una persona con uno, o varios, en su piel.
Pero así ésta práctica se esté llevando por moda, o por lo que sea, es fundamental que todo el que se realice un tatuaje, esté consiente de los cuidados que debe de tener después de hacérselo. Muchas personas se enfocan solamente en pensar en “tratar” de no sentir dolor, y se olvidan o hasta ni siquiera saben, que los cuidados post tatuaje son fundamentales, para poder lucir por mucho tiempo, y en perfectas condiciones, esa marca que seguro representará un momento importante de tu vida.
Por eso no dañes tu piel por no cuidar como debes tu tatuaje, ya hiciste lo más difícil, ahora enfócate en seguir unos sencillos pasos y podrás presumir no sólo de tener un tatuaje, sino de tenerlo siempre en perfecto estado.
1.- Vendaje con plástico. Se terminó la espera, estás ansioso por verlo, por fotografiarlo, por verlo de nuevo, podrás hacerlo pero no por mucho tiempo. Cuando el tatuador termine su trabajo, lo mejor es que no se exponga el tatuaje al aire libre, por lo que deberá cubrir la zona con un vendaje de plástico (esterilizado). Recuerda que los tatuajes son heridas, así que debes cuidarlo como tal. Lo más importante es que no se infecte.
2.- Cicatrizado. Cuando ya hayas salido de la tienda y estés en casa, feliz de por fin haberte decidido a hacerte el tatuaje, no es que te vas a quedar viéndotelo. Debes empezar a hidratarlo, con una crema cicatrizante y con antibiótico y sin alcohol, para que no irrites la zona. Este paso lo harás, mínimo durante la primera semana unas cuatro veces al día.
3.- Limpieza. Es muy importante que la zona tatuada la mantengas limpia, así aseguras que no se infecte. Esta limpieza es recomendable que la hagas con un jabón neutro. Para que no irrites la piel y evitar que algunas sustancias muy fuertes que, pueden estar presentes en los jabones normales, le bajen tonalidad al color del tatuaje. Esta práctica también es bueno que lo hagas unas cuatro veces al día.
4.- Cero Sol, cero playas y cero piscinas. Ok, entendemos que quieres presumirlo, pero es mejor que te esperes y así luego no tendrás que querer esconderlo. Debes recordar, siempre, que hasta que no cicatrice un tatuaje es una herida abierta. Por lo que exponerlo a los rayos del sol, la sal de las playas y el cloro de las piscinas, es un daño que te puede dañar todo tu esfuerzo y el trabajo del tatuador.
5.- Hidratación. Si ya tu tatuaje ha cicatrizado, es hora de pasar a la hidratación. Lo puedes hacer con una simple crema hidratante, sin perfume. Para que la zona se mantenga sin irritaciones y sin peligro de perder la tonalidad. En este paso hay muchas personas que usan vaselina, para ayudar a que el tatuaje mantenga su brillo y color original.
6.-Ya puedes tomar Sol, ir a la playa y a la piscina. Después de cicatrizar y mantener tu tatuaje hidratado, puedes empezar a ir a estos lugares, pero sin exponerte demasiado y siempre usando un protector solar más potente en la zona, pues aunque ya haya cicatrizado y pasado un tiempo, esa parte de tu piel quedará sensible.
Recuerda, no todas las pieles son iguales, por lo que quizá tú necesitas más tiempo o menos tiempo de cuidado, pero siempre debes de cuidarlo, después del tatuaje con mucha más atención, pero aun luego de la cicatrización también es recomendable que sigas manteniendo algunos cuidados.